En plena campaña electoral y sin focalizarse en su nueva función legislativa por ser precandidato a intendente, asumirá la próxima semana el suplente del ex diputado liberal Carlos Portillo, el comerciante Carlos Antonio Noguera Cano, de Juan León Mallorquín, Departamento de Alto Paraná.

Noguera anunció que, si gana las elecciones, renunciará a su banca. Ante esa situación, deberá tomar reemplazo el siguiente liberal en la lista, en este caso, Francisco Ramón Amarilla Leguizamón.

Noguera fue vinculado con el empresario procesado por narcotráfico, Reinaldo Cucho Cabaña, de quien supuestamente fue su secretario, pero al ser consultado negó la versión.

Como dueño de la empresa materiales de construcción y constructora San Antonio, y la ferretería San Antonio, hizo negocios con la ex intendenta de Ciudad del Este Sandra McLeod, por un monto de G. 1.200 millones en el 2018.

El diputado suplente es de la línea efrainista, pero apoya al diputado Carlos Silva en su intención de ser presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). En principio formó parte del equipo de la diputada Roya Torres y si sigue los pasos de Portillo, una vez que asuma su banca, integrará la bancada A, liderada por Salustiano Salinas.

CARGA PESADA. La pérdida de investidura de Carlos Portillo, la primera en la historia de la Cámara de Diputados, fue a causa de la revelación de audios que vinculaban al liberal en uso indebido de influencias. La diputada Celeste Amarilla dijo durante el juicio que su colega era una carga pesada para el PLRA.

“Se ha constituido en una pesada carga para los liberales desde que entró. Tiene que irse, tiene que dejarle al partido libre para que no sea su persona la que nos cuestionen una vez más cuando queramos presentarnos como una opción. Fue muy difícil tenerlo desde antes en esta cámara, le pido que renuncie, la gente no lo quiere”, expresó.

CÓMPLICES. Amarilla dijo que Portillo no pudo haber operado solo en el uso de su influencia para pedir cargos y nombramientos, como se escucha en los audios, sino que alguien con mayor poder tuvo que haberlo ayudado.

Indicó que como en las conversaciones le menciona al presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana, como quien reparte nombramientos entre cartistas y que un miembro de Honor Colorado ofreció un cupo por dinero, entonces la gestión debe ser transparentada para aclarar las acusaciones. “Se impone que el presidente hable con números”, exigió.

LOS QUE FALTAN. Para Amarilla, cada bancada debe hacerse cargo de sus miembros corruptos y pidió que cada uno “limpie su chiquero”, mencionando a Miguel Cuevas, Tomás Rivas y Ulises Quintana.

Nunca antes la Cámara había echado a un miembro. Incluso en el caso de José María Ibáñez, colorados y liberales decidieron salvarlo de la pérdida de investidura, pero más tarde se vio obligado a renunciar por la presión ciudadana, indignada por el caso de sus caseros, en 2018.

Hace poco, al diputado Éver Noguera, de Colorado Añetete, ni siquiera le retiraron sus fueros.