Históricamente nos vimos influenciados por la suerte de nuestros vecinos argentinos. Ellos estornudaban, nosotros nos resfriábamos. Afortunadamente esto dejó de ser una constante, gracias a aciertos propios y errores ajenos. Y suponíamos que ese sería el camino a transitar, pero Mario Abdo Benitez tenía otra cosa en mente.

En una convulsionada y dividida Argentina la ex Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner es el centro del debate por los vínculos de su gestión con la Obra Pública y su indiscutible enriquecimiento.

Unos dicen que es una épica batalla entre dos modelos: uno popular y en función de la gente Pero quienes están en la vereda opuesta relatan que no es un tema de modelos, sino de impunidad o justicia. A la hoy vice Presidenta la enjuician por supuestos negocios con el Estado y la asignación discrecional de fondos a una constructora, sin avales suficientes y que sería de su propiedad. Les suena familiar?

DATOS
Nuestro Presidente posee derechos sobre una constructora – ALDIA S.A.
Esta constructora no cuenta con los avales mínimos para participar en licitaciones públicas. Sin embargo la constructora fue adjudicada con licitaciones. Más cada año: 450% de incremento en 3 años para ser exactos. Quién le asigno las licitaciones? El MOPC de Arnoldo Wiens.
No tenía adjudicaciones hasta su designación. Son hechos, no palabras.

PREGUNTA
Puede un Presidente hacer negocios desde el ámbito privado con el mismo Estado que encabeza ? Si la empresa es legal, la adjudicación es transparente y las obras se ejecutan, sería válido. Pero es correcto ser juez y parte? Es moralmente ético?

En momentos donde nuevamente sobrevuela el fantasma del juicio político, el Presidente saldrá a atacar, porque es su estilo, antes que a explicar. El objetivo es ganar tiempo y ganar en Diciembre. El nuestro, que cuando ganen unos pocos, no perdamos todos.