Un nuevo desafío surge para Paraguay en torno al crecimiento económico que experimentaría según el FMI, que dejó una perspectiva de 3,8%, unos 0,7 puntos porcentuales respecto al 2021. Según las estimaciones, en lo que respecta al desempleo, el pronóstico indica un 5,9% en comparación con el 6,1% del año anterior, es decir, 2 puntos porcentuales menos.

Si bien el año anterior registró un repunte económico, este 2022 arrancó en condiciones más débiles debido a las consecuencias que deja el alto número de contagiados por la nueva cepa. Esto provocó nuevas restricciones a la movilidad en varios países del mundo, lo que generó el encarecimiento de la energía, un aumento acelerado de la inflación en numerosas economías de mercados emergentes y en desarrollo en donde las previsiones apuntan a un 4,8%.

En cuando a la inflación, suponen descienda a medida que se disipen los desequilibrios entre la oferta y la demanda. Los riesgos en cuanto a las proyecciones mundiales siguen a la baja debido a que ante la aparición de nuevas variantes que producen el virus del COVID-19 podría prolongarse la pandemia, lo que supondría enfrentar nuevos problemas económicos.