Autoridades del FMI advirtieron que la composición del gasto público en el país se ha deteriorado, “tendiendo a un mayor gasto salarial y pagos de intereses más altos, en lugar de mayores inversiones”.

Paraguay está ingresando a una etapa de deterioro de sus cuentas públicas y el retorno a la disciplina fiscal será un desafío en el 2020, luego que la economía cierre el 2019 en un nivel de estancamiento. Con este mensaje, concluyó ayer la misión de consulta del artículo IV del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Esta situación se presenta en momentos en que Paraguay enfrenta el “problema primordial” de garantizar que el rápido crecimiento económico continúe en los próximos quince años, agregó el ejecutivo. Para lograr este cometido, reconoció que el país necesita de mejoras en infraestructura, clima de negocios y educación.

“Algunas de estas reformas necesarias requerirán recursos adicionales, lo que ejercerá más presión sobre el gasto. Los niveles actuales de ingresos no son suficientes para financiar estas reformas (…). La reforma fiscal aprobada recientemente fue un buen primer paso, pero es posible que se necesite más”, aseveró Bas Bakker, jefe de misión del FMI.

En cuanto a la administración actual de las arcas del Estado, justificó el déficit fiscal (diferencia entre gastos e ingresos, respecto al PIB) de 2,5% con que se espera que cierre el 2019, nivel que supera el 1,5% de tope que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). Explicó que esta excepción permitió mitigar la recesión, a través del repunte de las inversiones públicas, y que respondió a los insuficientes ingresos tributarios que resultaron de la desaceleración económica.

Para el 2020, sin embargo, Bakker reconoció que será un “desafío” volver al techo dispuesto por la LRF, debido a que esto requerirá “mantener bajo control el crecimiento del gasto”. En este punto, se refirió específicamente a la masa salarial, que ha estado creciendo rápidamente en los últimos años, según alertó.

“También será importante que cualquier gasto adicional aprobado por el Congreso (Nacional), después de que se haya finalizado el presupuesto, sea compensado con reducciones de gastos en otras áreas”, dijo.

En relación al pedido del Ejecutivo de sobrepasar el techo de déficit fiscal, Bakker respondió que si bien la LRF permite un exceso transitorio del déficit por encima del techo en el caso de una caída de la actividad económica nacional, la credibilidad se mantendrá si se realizan fuertes esfuerzos para volver al techo de 1,5%.

“Es importante que esto sea una excepción temporal, transitoria. Eso quiere decir que los gastos van a tener que estar bien controlados y si los ingresos tributarios nos decepcionan de nuevo, los gastos de nuevo van a tener que ajustarse aun más”, aseveró.

Respecto a los perjuicios que puede generar el abandono a la LRF, sostuvo que se perderá la credibilidad fiscal, construida “con tanto esfuerzo por varios gobiernos a lo largo de los años”, y que podría aumentar los costos de los créditos para Paraguay en los mercados de capital internacionales.