El féretro del abatido líder del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) Osvaldo Villalba ingresó por unos minutos al penal de mujeres del Buen Pastor para permitir que su hermana Car­men Villalba, quien cumple condena por secuestro, pueda despedirse de él. La decisión fue tomada por la presión que ejerció la criminal, tras ame­nazar con un motín en caso que no se le permita despedir a su hermano.

Si bien inicialmente las autori­dades del Ministerio de Justi­cia se negaron, posteriormente y tras la presión decidieron doblegarse y acceder a la peti­ción de este grupo que tiene en su poder a tres secuestrados y además carga con la muerte de varias personas. Esto generó una indignación generalizada debido al poder que sigue ejer­ciendo Villalba sobre las auto­ridades.

El viceministro de Política Cri­minal, Daniel Benítez, con­firmó que de manera impre­vista los familiares de Carmen Villalba, junto con su repre­sentante legal, llegaron hasta el penal de mujeres El Buen Pastor llevando el ataúd de Osvaldo Villalba, a fin de que la interna pueda despedirse de su hermano, abatido durante un enfrentamiento contra la Fuerza de Tarea Conjunta.

Ante la falta de seguridad, ini­cialmente se les negó la auto­rización de ingreso, pero una vez reforzada la misma, tanto interna como los alrededo­res del penal, se le permitió el ingreso del féretro hasta la guardia del penal por unos minutos.

Aclaró que el Código Penal con­templa los permisos para el ingreso de féretros a las cárce­les cuando se trata de familia­res muy cercanos a la persona privada de libertad, que pueden ser hijos, padres o hermanos. “Para no mover todo el sistema de seguridad para permitir la salida de Carmen Villalba de su lugar de reclusión, se dispuso que el féretro ingrese hasta la guardia del penal sobre Cho­feres, por 5 minutos, para que se despida de su hermano”, comentó.

Finalmente, poco antes de las 17:00, se autorizó el ingreso del ataúd hasta la guardia, donde fue escoltada desde su celda Carmen Villalba para que pueda despedirse de su her­mano a puertas cerradas en la guardia del penal. Solamente la abogada de Villalba tuvo autorización para ingresar al recinto por el poco tiempo que duró la despedida.

Luego el féretro fue retirado y trasladado hasta el Cementerio de la Recoleta, ingresando por el portón N° 2 para ser deposi­tado en el panteón de la fami­lia de la abogada de Carmen Villalba. El sepelio se hizo a puerta cerrada del cementerio, lo que también generó indigna­ción en la ciudadanía debido a que se cerraron los portones de acceso, pese a que seguía el horario de visita.