A pocas semanas del inicio de clases varias instituciones educativas siguen en condiciones deplorables. Vecinos de  Caaguazú denuncian que sus reclamos no son escuchados por el Ministerio de Educación.

Como otras tantas, la Escuela Básica 5054 y Colegio Virgen de Fátima de Caaguazú, se encuentra en precaria situación. No sólo tiene pupitres y sillas rotas; sino que existe peligro de derrumbe.

Lidia Marecos – madre de alumno que asiste a la institución- contó que desde hace tiempo insisten con la gobernación y el MEC; pero nadie solucionó nada.

A la escuela – ubicada en la compañía Calle 8 de ese distrito-  concurren más de 250 niños.

La sala de preescolar, que fue construida hace más de 18 años, está a punto de derrumbarse. Y no es sólo la única. Hay más de 10 pabellones en las mismas condiciones. Por eso, los niños utilicen la cocina como un aula; y, también, dan clase bajo los árboles (aunque la condición en que la se encuentra el patio de la institución también es lamentable).

Pero no siempre pueden estudiar en el patio. Cuando llueve o hace mucho frío, los niños deben estar en estas aulas peligrosas.

No tienen opción. Es la única escuela de la zona.

“Intentamos comunicarnos con la secretaria de Educación de la Gobernación de Caaguazú, Nancy Coronel, pero no atendió las continuas llamadas realizadas a su celular, con terminación 755. También intentamos conversar con la directora departamental del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), Gladys Bruno, pero tampoco atendió su celular con terminación 146”, aseguró Marecos.

A fin del 2019, la encargada de Despacho de la Dirección Departamental de Educación del Departamento de Caaguazú, Gladys Bruno aseguró que la institución estaba en la lista de planificación para recibir la asistencia requerida, pero que no sabía el orden de prioridad en que se encuentra.

Urge la intervención de las autoridades. Urge la prioridad.

Peligra el derrumbe de la educación.