La designación frustrada del senador Enrique Riera ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) le sirve para dar vuelta la página, pese a que insistió cinco veces ante sus colegas de la Cámara de Senadores. Manifestó la ilusión que tenía para ser embajador ante este organismo.

“Presenté un plan de trabajo de diez puntos y tenía muchas ilusiones, pero el Senado decidió otra cosa, se da vuelta la página, me quedo en Asunción y peleo por los exobreros de Itaipú y por las personas con discapacidad, que son las tareas que tengo acá”, sostuvo.

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Pese a que iba a ser un periodo corto, dijo que iba con muchas ilusiones porque la OEA es el órgano hemisférico político más importante en el que está Paraguay como país pequeño. “Si jugamos en bloque podríamos haber tenido más fuerzas en la diplomacia de las vacunas”, afirmó.

Recordó que era la quinta vez que solicitaba que se apruebe el acuerdo constitucional, pero se mostró contento y conforme con sus intentos porque terminó la incertidumbre y “ni una vez se cuestionó la integridad o capacidad, lo cual lo lleva al campo político”, aseveró.

Varios de los senadores que votaron en contra fue porque le pasaron “facturas personales” por haber sido uno de los propulsores de la ley que penaliza las invasiones o por las denuncias de corrupción que realizaba desde su rol