No hace mucho el ministro del Interior confirmó que a fin de año la delincuencia aumenta. Por eso es que para cuidar a los paraguayos este año tomó una importante decisión: pedirse vacaciones.

Tradicionalmente, en años anteriores, suele subir el pico de los robos, de asaltos callejeros, en el penúltimo y último mes del año. Esperamos contener con acciones concretas”, dijo hace un tiempo el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio. Y ayer, se dio a conocer que esas “acciones concretas” no eran ni más ni menos que sus vacaciones.

Desde la cartera de seguridad informaron que el ministro decidió descansar en familia para festejar su cumpleaños, y las fiestas de fin de año. En reemplazo quedó el viceministro de Asuntos Políticos, Daniel Centurión; quien ya acompaño al presidente Mario Abdo a la ceremonia de ascenso, entrega de bastón y condecoraciones en la Policía Nacional.

Ola de inseguridad:

Desde hace varios meses que en Paraguay la ola de inseguridad está a la orden del día. Por la creciente delincuencia, hace varios meses, Mario Abdo había emplazado a Giuzzio a tomar medidas para revertir la situación; pero – y vencido el plazo – todo empeoró.

Incluso, meses atrás, el propio Giuzzio había informado que tradicionalmente en fin de año se incrementa el índice de delincuencia. Pero, ahora parece no importarle ni la fecha ni la peligrosidad a la que está expuesta los ciudadanos.

Apoyo incondicional: El ministro del Interior sigue contando con el apoyo de Abdo pese a las constantes críticas hacia su administración, no solo por la clase política, sino por la ciudadanía en general. Días atrás surgieron versiones sobre un posible cambio en la cartera de seguridad y que la titularidad sería asumida por la ministra de Justicia, Cecilia Pérez, rumores que finalmente fueron desmentidos por la alta funcionaria.

 

Fracaso de fin de año: El operativo de seguridad de fin de año, liderado por la Policía Nacional, también forma parte de la nómina de malas gestiones encabezadas por el ministro Giuzzio, ante la ola de asaltos. Desde el inicio de su labor al frente de la institución, el secretario de Estado fue blanco de cuestionamientos que constantemente obliga no solo a los representantes de la clase política, sino a la ciudadanía en general a exhortar al exfiscal que presente su renuncia.