Las compras irregulares realizadas por el Ministerio de Salud, en el marco de la emergencia sanitaria, siguen siendo investigadas. Falta de control, insumos defectuosos y beneficios a empresas amigas.

Declarada la emergencia sanitaria en Paraguay, por coronavirus, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) liquidó, en tiempo récord, la adjudicación de compra por vía de la excepción de insumos médicos por valor de US$ 13,5 millones. Las empresas contratadas corresponden al “Clan” Ferreira.

Los hijos del empresario Justo Ferreira están al frente de las 2 empresas (Eurotec S.A. e Insumos Médicos S.A.) contratadas por el Ministro Julio Mazzoleni. Ferreira es conocido por vínculos con el negocio de laboratorios médicos.

EUROTEC S.A.

Representada por Marcelo Ferreira, cerró un contrato por Gs 37.268.000.000 para la provisión de insumos médicos como 40 mil protectores faciales, 30 mil protectores oculares, 6 millones de máscaras quirúrgicas y 80 mil trajes de protección para riesgos biológicos.

MÉDICOS S.A.

Representada por Patricia Ferreira, hermana de Marcelo, es la empresa acreedora más importante del ministerio de Salud. El contrato que cerró de Gs 47.952.500.000 (US$ 7.377.000 dólares) para proveer 1.700.000 máscaras con filtro de protección, 80.000 trajes de protección para riesgos biológicos y 50 camas manuales para pacientes con Covid-19.

Ambas empresas habrían obtenido,  a través de sus directivos y accionistas, beneficios patrimoniales exorbitantes e indebidos en perjuicio de otras y están siendo investigadas por el Ministerio Público.

Denuncia:

Tras las millonarias compras realizadas por el Ministerio de Salud al clan Ferreira, se denuncia que la invitación de la licitación se redujera a Eurotec SA e Insumos Médicos SA. Y, si bien se incluyó a la firma Altas Tecnologías SA, fue una jugada maquillaje, ya que esta pequeña empresa tiene referencias de contratación casi nulas frente a las otras dos.

En el informe enviado a la DNCP se refiere que ni en el acta de apertura de ofertas, ni en ninguno de los documentos publicados en el portal de Contrataciones Públicas se menciona que se haya cursado invitación a empresas del rubro.

Insumos defectuosos

A pesar del acomodo, Eurotec S.A. e Insumos Médicos S.A. no cumplieron con las especificaciones que establecía el pliego de la licitación realizada por vía de la excepción (de manera directa) y el ente estatal tuvo que rechazar por completo el lote. Esto causó que se perdiera más de un mes en este proceso de cuarentena y ahora se comienza de cero con una nueva adjudicación.

Además, varios insumos fueron rechazados por cuestiones técnicas.

Desde trajes protectores de muchísima menor calidad y de marcas distintas a las adquiridas hasta camas con menos articulaciones y sin colchón fueron algunos de los motivos por los cuales el Ministerio de Salud rechazó el cargamento de insumos médicos tan esperados y que incluso antes de llegar ya tenía tufo a negociado.

Otro de los puntos llamativos fue que, el 1 de abril, Eurotec ofertó “mascarillas quirúrgicas” a G. 3.410 y tan solo 6 días después (el 7 de abril) ofertó el mismo ítem a G. 3.080. Si esta diferencia se multiplica por los 6.000.000 de unidades – que fue la cantidad adquirida en este llamado – se tiene una diferencia de G. 1.980.000.000 más caro.

CAMAS RECHAZADAS

El 27 de abril Insumos Médicos entregó 15 camas hospitalarias – de las 50 adjudicadas – que fueron rechazadas por el Ministerio de Salud por no reunir las especificaciones técnicas del pliego de bases y condiciones y deficiencia documental.

Salud ofertó estas camas  a G. 4.250.000 cada una; pero al proveedor le salió a un precio unitario de G. 670.571.

Ante el revuelo, las denuncias y las críticas, el Ministro de Salud se justificó. Luego de que Contrataciones Públicas  iniciara la investigación correspondiente,  Mazzoleni dijo que estas compras se dieron de manera directa “debido a la falta de respuestas a licitaciones realizadas anteriormente”. Y, aseguró que “no hay irregularidades”.

Pero, a la vez, y al hacerse pública estas compras sospechosas, la entonces directora general de Vigilancia Sanitaria, Lourdes Rivaldi; y el director general de Administración y Finanzas, Alcides Velázquez, renunciaron a sus cargos.

Además, el empresario Ignacio Pidal, quien reveló la sobrefacturación de insumos médicos en Salud, denunció que recibió una amenaza de muerte, tanto para él como para su familia, tras contar detalles del negociado.

A más de un mes del arranque de estos negociados entre Salud y el Clan Ferreira, el contrato sigue en pie y se espera una segunda tanda de insumos médicos; aunque la primera se haya presentado defectuosa y con sospechas.