El Jefe de Estado defendió su proyecto de Ley de Emergencia y admitió que no supo comunicar correctamente el mensaje ante la resistencia y el rechazo generado.

Aseguró que no es un proyecto autoritario y que la intención del Ejecutivo es permitir la discrecionalidad para construir un proceso participativo con el Congreso.

“La otra opción es mantener yo solo siguiendo dictando decretos para tomar la decisión bajo la atribución del Código Sanitario que me ampara”, sostuvo.

Sin embargo, indicó que su intención es generar grandes consensos con la sociedad para que todos puedan participar en la toma de decisiones.

“Estoy dejando discrecionalidad para llevar el debate al seno por excelencia de la construcción de herramientas legislativas que tiene nuestro sistema de República”, aseveró.

Dijo que espera que se pueda debatir en el Congreso sobre el alcance del proyecto de ley que algunos califican de autoritario o ley garrote.

“No entiendo cómo se puede interpretar de autoritario un proyecto de ley cuando lo que estoy haciendo es dar participación al Congreso para construir una herramienta consensuada juntos y que también participe la sociedad civil para la construcción de esa herramienta”, sostuvo.

Agregó que “por ahí el equivocado soy yo”. Admitió inclusive que a “lo mejor no nos supimos hacer entender”.

Significó que cree en la pluralidad y corresponsabilidad de todos los actores políticos. “No es proponer un proyecto autoritario. Es al revés. En el Congreso se puede modificar”, sostuvo.

No cayó bien el proyecto enviado al Congreso. Inclusive al principio no incluyó al vicepresidente Hugo Velázquez en la discusión de la propuesta que es sumamente cuestionada porque pretende establecer medidas y sanciones económicas en momentos de crisis.