El Jefe de Estado mantuvo una larga reunión con la cúpula de la Iglesia Católica, quienes le exhortaron a dar la cara ante la ciudadanía.
En medio de la incertidumbre política, el caos sanitario que va recrudeciendo, y las fuertes versiones de que aumenta la presión sobre el presidente Mario Abdo Benítez para que renuncie, el mandatario concurrió ayer a la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) donde mantuvo una larga reunión con la cúpula de la Iglesia Católica, quienes le exhortaron a dar la cara ante la ciudadanía en un momento muy delicado para el país.

El monseñor Amancio Benítez, obispo de Villa Hayes, ofició de vocero al término del encuentro y sostuvo que lo vio al Presidente muy tranquilo y moderado. Informó que los obispos le recomendaron al Jefe de Estado dar la cara y hablar a la ciudadanía, y que éste les respondió que lo iba a pensar y que prefiere hablar en el momento en que lleguen las vacunas a nuestro país.

Durante la reunión, que fue solicitada a los obispos al filo del mediodía de ayer por el presidente, se abordaron varios temas, como el colapso sanitario, la falta de vacunas, la gestión gubernamental y las restricciones sanitarias, según comentó el monseñor Benítez. Agregó que Abdo se sinceró y dijo que confió equivocadamente en el sistema Covax para la adquisición de vacunas e hizo un mea culpa.

“El prefiere hablar de algo concreto, los obispos le recomendamos que hable, que la ciudadanía le quiere escuchar, aunque le critiquen tiene que saber recibir las críticas. Vino para explicarnos de primera mano cómo están actuando en todo este tema de la pandemia, nos dijo que iba a pensar cuándo hablar”, refirió Benítez.

El obispo dijo que pidieron al presidente que atienda a las personas que están muy necesitadas en los hospitales por la falta de medicamentos, y el mandatario se comprometió a cumplir.

“Hablamos muy bien las cosas. Hablamos de nuestra preocupación sobre Itaipú. Expuso que una de sus preocupaciones es Itaipú y la pandemia”, refirió el obispo de Villa Hayes.

En la mira. La crisis que acogota al gobierno genera intensas negociaciones y conversaciones entre todos los sectores políticos e internos de la ANR. Desde el Palacio de Gobierno buscan disipar la crispación y descartan cualquier plan de renuncia como salida. Sin embargo, la información contrastada desde el Congreso apunta a que el colapso sanitario que recrudece con la falta de medicamentos esenciales para tratar a los enfermos de Covid y la falta de reacción del presidente combinan para dar el tiro de gracia y termine dimitiendo.

El oxígeno que urge el presidente de la República es la llegada de las vacunas y el canciller Euclides Acevedo está en intensas tratativas para que consigan donaciones desde Qatar y la India.

Mientras tanto, Abdo busca despegarse del mote #DondeEstaMarito y mantiene reuniones en Palacio de Gobierno. Sus colabores indican que esta concentrado en buscar tratativas para conseguir las vacunas ante el apuro y crisis en los hospitales.

Con las medidas de endurecimiento de la cuarentena durante la semana santa, el jefe de Estado busca ganar tiempo para lograr la llegada de una cantidad de vacunas y apaciguar el impacto que golpea porque los hospitales están colapsados y aumentan la cantidad de muertos.

plan a. A la par de la presión que están ejerciendo los legisladores, incluyendo a referentes de Añetete, para buscar una salida a la crisis, el cartismo está apurando a que el presidente de la República pueda desprenderse de los ministros no colorados, entre ellos Arnaldo Giuzzio (Interior).

La otra opción que están conversando los legisladores es conseguir la renuncia de Abdo y abrir paso para que el vicepresidente Hugo Velázquez quede al frente del país.