Los gremios rechazaron la triplicación de presupuesto dictaminada por la Comisión Bicameral de Presupuesto.

El incremento del gasto en subsidio a los partidos políticos se ganó el repudio del sector empresarial, que critica fuertemente la decisión.

Los partidos se han devorado unos G. 354.140 millones (USD 55,7 millones) del plan de gastos públicos en los últimos cinco años. Estas estadísticas indican que los partidos, en promedio, se llevaron G. 70.828 millones (USD 11,1 millones) de forma anual, según los datos oficiales publicados por el Congreso y el Ministerio de Hacienda.

A pesar de eso, y en plena desaceleración económica, además de una complicada situación económica mundial y regional, la Comisión Bicameral se encargó de realizar una serie de recortes y reprogramaciones para triplicar el pago a las agrupaciones políticas en concepto de subsidio por las elecciones generales del año pasado.

Ante esto, el asesor económico de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Rubén Ramírez, mencionó que el gremio considera que, ante la ampliación del límite de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), los recursos previstos para los partidos políticos deberían ser mejor orientados para producir resultados en cuanto a los bienes y servicios públicos, y una política social que permita mejorar la lucha contra la pobreza estructural del país.

“No es sostenible un nivel de esa magnitud de subsidio político porque realmente, la calidad del gasto público hace que hoy estemos en una situación muy delicada en nuestra economía, que necesita justamente de todos sus recursos para poder generar una actividad mucha más inclusiva y un crecimiento económico de mayor calidad. Va totalmente a contramano con la promesa de mejorar el gasto público”, dijo Ramírez.

Yan Speranza, presidente del Club de Ejecutivos, coincidió con el asesor de la CAP y expresó que el incremento del subsidio a los partidos “claramente va a contramano con esa señal que debe dar la clase política a la ciudadanía, más en un momento de desaceleración económica, donde a todos se les pide ajustar los cinturones”.

Agregó que están bastante preocupados por este tipo de señales que están dando desde el Gobierno.

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Paraguay (CNCSP), Ernesto Figueredo, indicó que con ese planteamiento –aumentar el subsidio a los partidos políticos–, la clase política muestra de vuelta una mala imagen, con señales que van en contra de la demanda de la gente, donde el país necesita cuidar la plata para destinarla a salud, infraestructura, educación, seguridad y vivienda.

“La clase política no da el ejemplo, no solo en esto, sino también en viajes; en el manejo racional del Presupuesto en cuanto a salarios. Es una mancha más al tigre”, cuestionó.

El subsidio a partidos políticos es asignado por el Gobierno en dos conceptos. Una parte es abonada a las agrupaciones políticas que tienen representación parlamentaria y se realiza por todos los años del periodo legislativo.

La otra se transfiere como una especie de devolución por los gastos electorales y se realiza por la cantidad de votos obtenidos.

De acuerdo con la justificación dada por parlamentarios consultados es que los recursos transferidos a los partidos son asignados con el objetivo de controlar el financiamiento político, de modo que no haya dinero ilícito financiando las campañas electorales.

En caso de que el incremento del subsidio sea aprobado por ambas cámaras del Congreso durante el estudio del PGN 2020, el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) tendrá para repartir a los partidos un total de G. 55.741 millones, en un año de nuevas elecciones municipales. En el proyecto de presupuesto presentado por el Ministerio de Hacienda, se había previsto G. 33.589 millones para dicho concepto.