Poco a poco se va hilando y desentrañando los pormenores del mayor escándalo de corrupción en la historia del fútbol. La justicia norteamericana inició otro juicio a más implicados en el esquema de soborno para la transmisión de los partidos con un mismo modus operandi que también salpica al empresario A. J. Vierci, quien se encuentra en la mira por sus negocios con una empresa acusada de sobornar a dirigentes del fútbol sudamericano.

El escándalo conocido como FIFAgate, destapado por Estados Unidos en mayo del 2015, dejó al descubierto una trama de sobornos millonarios pagados por empresas de marketing deportivo a dirigentes del fútbol latinoamericano a cambio de derechos en las retransmisiones televisivas y promoción de torneos. La Fiscalía estadounidense acusó a 45 personas y a varias empre­sas deportivas de más de 90 delitos y de pagar o aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos. De ellos, 27 se declararon cul­pables y media docena han sido sentenciados.

En medio de este esquema aparece salpicado el empresa­rio paraguayo Antonio Juan Bautista Vierci, más conocido como A.J. Vierci, quien hizo negocios con Full Play, la agencia que actualmente está en el banquillo de los acusa­dos en Estados Unidos.

El 6 de diciembre del año 2017, en plena sala donde se llevaba a cabo un juicio ante­rior por el caso FIFAgate en la Corte de Brooklyn, un fiscal norteamericano exhibió en un proyector la fotogra­fía de Vierci al testigo Nelson Sanabria en el momento de su declaración. Sanabria, quien fuera asistente del ex presidente de la Conmebol Juan Ángel Napout, había sido convocado al estrado como otro de los testigos del juicio. “¿Usted conoce a este hombre?”, preguntó el fiscal. Sanabria respondió: “Sí, lo he visto en varios eventos organizados por la Conmebol”. El testigo agregó que una vez lo llamó para saber si podrían darle una ayuda con algunos sorteos.

El empresario paraguayo se ve implicado con la creación de varias empresas de por­tafolio en paraísos fiscales, según revelaron filtraciones de la prensa mundial a través del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación denominadas Pandora Papers.