Jair Bolsonaro emitió un decreto que restringe el ingreso de extranjeros sanitarios durante 30 días. Hay algunas excepciones.

El gobierno de Brasil volvió a emitir, este 2 de octubre pasado, el decreto que res­tringe el ingreso de extranje­ros a su territorio, pero supri­miendo el seguro sanitario de 30 mil reales para turis­tas que ingresen a través de sus aeropuertos internacio­nales. El decreto mantiene la prohibición, con excepcio­nes, por 30 días más, que se oficializó el 24 de setiembre; sin embargo, esta ratifica­ción de medidas fronterizas generó inquietudes en el sec­tor comercial de Alto Paraná. “No tenemos ninguna res­puesta oficial del Gobierno. Lo que se está viendo es que nosotros somos los más inte­resados, a Brasil no le importa que se abra o no la frontera con Paraguay”, dijo.

“Creo que se están tirando de nuevo otras negociaciones y que el Gobierno no baja eso, puede ser Itaipú, algunas condiciones, o adelantar los acuerdos de renegociación de Itaipú, eso es lo que se está especulando, por la forma en que se está tratando esta situación”, agregó Airaldi, ante la consulta de La Nación al conocerse la modificación del segundo decreto de Bra­sil en solo días, ratificando el cierre de frontera. “Se hizo un anuncio, hablaron ellos (Jair Bolsonaro y Mario Abdo) de manera virtual, acordaron una fecha próxima, lo anun­ció el presidente de Brasil a través de un video y ahora salen con esto, da mucho que pensar, considerando que la parte más interesada en que se reabra es Paraguay, por sus ciudades de frontera”, enfa­tiza Airaldi, en alusión a la forma en que se está dando.

Señaló que “si son asuntos de soberanía nacional y estra­tégica como son los recur­sos estratégicos nuestros, se tiene que poner a conoci­miento y se tiene que anali­zar si vale la pena sacrificar o no eso, eso si es que hay un condicionamiento”. “Todo indica que hay algo de ese tenor, por la forma como se está manejando ya el Bra­sil con el Paraguay. Del lado paraguayo sí constatamos que hubo mucho avance en la intención de reapertura de frontera”, remarca Airaldi.

Acota que no se puede sacrifi­car esa energía barata que se le da a Brasil y que va a ser el motor de nuestro desarrollo, en pro de una reapertura de la frontera. “Eso no se puede, sería inadmisible. Si esa es la realidad, es el momento en que el Gobierno diga; este es el condicionamiento de Bra­sil y por eso no se da la rea­pertura. Entonces, en la fron­tera vamos a entender y pedir algunas cuestiones urgentes que nos ayuden, como ser leyes que nos beneficien”, manifestó el empresario.