En el Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu  se dispararon las consultas por cuadros febriles, La guardia está saturada.Reciben más de 500 personas por día.

Los pacientes internados por dengue pertenecen a grupos de riesgo por la edad, por padecer otras enfermedades o haber sido trasplantados de médula ósea y también por signos de alarma, puntualizó el médico.

Además de la zona de Central, también recibieron a pacientes de los departamentos de Ñeembucú, Canindeyú y San Pedro.

“No hay colapso, pero sí un aumento en la demanda. Ya incorporamos cinco médicos pediatras y ahora pedimos cuatro médicos más para cubrir la urgencia”, señaló.

Ante la temporada de epidemia, Alfieri comentó que habilitaron una sala de observación e internación transitoria en Urgencias. Esto, con el fin de atender los casos exclusivos de dengue y facilitar el control. “Esta sala lleva mucha carga de enfermería. Se debe controlar a los pacientes cada una hora: los signos vitales, frecuencia cardiaca, temperatura. No es como con las otras enfermedades en las que se aplica el antibiótico y el control es una vez por turno”, indicó.

Desde el Ministerio de Salud recuerdan a los padres que la presencia de fiebre no significa precisamente que el niño padezca de la enfermedad. Es importante el diagnóstico médico para descartar dicha posibilidad.

Los chicos deben ser llevados a consulta médica de manera urgente en los casos de náuseas y, sobre todo, vómito.

Otros signos de alarma también son la somnolencia, falta de respuesta, dolor abdominal intenso con vómitos, sangrado de las mucosas (estas abarcan encías, nariz, vía urinaria).