El presidente de la República, Mario Abdo, busca acomodar un fiscal general del Estado a medida, para que las denuncias que recayeron sobre su gobierno, queden impunes. Arregui es el señalado para la operación blanqueo. 

El gobierno de Mario Abdo está empapado de casos de corrupción. Al dejar de estar al frente del poder, su mayor miedo es tener que pagar por los delitos cometidos durante su gestión; es por eso que, desde el oficialismo, están desesperados en designar, lo antes posible, a un amigo en la Fiscalía General del Estado; para que los numerosos casos de corrupción vayan al oparei.

Arregui, el elegido número 1: El ex titular de la Seprelad anunció que se lanza a la carrera para sustituir en el cargo a Sandra Quiñónez, cuyo mandato fenece en marzo de 2023.

Actualmente Arregui es miembro del Directorio del Banco Nacional de Fomento, y es el favorito de Abdo para ocupar la Fiscalía – cuenta con absoluto apoyo oficialista. Otros de los nombres que resuenan para el cargo, pero sin tanta fuerza, son  Mónica Seifart, el titular de la SET, Óscar Orué, y la Asesora de Seguridad presidencial Cecilia Pérez.

Caballito del comisario: La exfiscal y actual diputada por Patria Querida Rocío Vallejos lamentó que, ya desde el primer día de postulación, desde el Ejecutivo  se comience a barajar nombres de los posibles candidatos. 

“Desalienta a mucha gente buena a que pueda postularse también, eso desalienta totalmente, porque si ya se sabe quién es el caballito del comisario, para qué te vas a presentar y someter a todo un proceso ya sabiendo quién va ser electo”, cuestionó.

Si bien aclaró que no pueden confirmar quién es en esta ocasión el “caballito del comisario”, ya se saben varios nombre que se van mencionando y que actualmente ocupan cargos en el gabinete del Poder Ejecutivo, entre ellos: Arregui, principalmente, y Pérez en segundo lugar. 

Corrupción oficialista:

En pandemia, fuera de pandemia. Por despilfarro, acomodo e irregularidades en la gestión de diferentes ministerios. Por usar dinero estatal para hacer negocios personales. Por favorecer a empresas amigas, hasta la del propio Jefe de Estado. Por liberar zona para la narcoexportación. Por vínculos con narcotraficantes. Por miles de muertes en pandemia por no priorizar la salud. Y la lista sigue.

¿Habrá un fiscal que pueda limpiar tantas causas de corrupción?