Se propaga el fuego a nuevas localidades. Se elevan a 100.000 las hectáreas quemadas solo en el Chaco, zona de emergencia. En San Pedro se registra muerte de vacunos y en Paso Yobái ardió una mina de oro.

En la región están trabajando los equipos de emergencia  para sofocar nuevos focos de incendio en el Parque Nacional Chovoreca, ubicado en la frontera con Bolivia, que han elevado hasta cerca de 100.000 las hectáreas calcinadas desde que comenzó el fuego a mediados de agosto.

Es  tercera oleada de incendios que azota el Norte del país en menos de un mes y que ha consumido solo en Chovoreca un total de 70.000 hectáreas de bosques, según los datos ofrecidos por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) que monitorea la zona, y el Instituto Forestal Nacional (Infona).

Las otras 30.000 hectáreas corresponden al Pantanal, un hábitat de 340.000 kilómetros cuadrados compartido por Paraguay, Brasil y Bolivia.

El director regional de Cambio Climático de la oenegé, Óscar Rodas, explicó que la dirección del viento y la composición de la vegetación de Chovoreca en la zona están dificultando la extinción de las llamas. “No hay un horizonte de que esto vaya a disminuir porque se trata de bosques muy secos”, expresó Rodas.

Asimismo, Rodas señaló que la mayor parte de estos incendios son “provocados”, ya sea por la quema de material deforestado o por las prácticas ancestrales que se realizan en los campos antes de la llegada de la temporada de lluvias. La SEN también estima que el 90% de los incendios forestales tienen como origen la intervención humana.

«Estado de Emergencia» por 60 días: se autoriza a la SEN, las Fuerzas Armadas, los gobiernos departamentales y locales, a adoptar todas las medidas para cooperar y ayudar a los pobladores, productores, organizaciones e instituciones a redoblar esfuerzos y aplicar las medidas de carácter sanitario. Además, deberán brindar la asistencia social y disponer los recursos para extinguir los focos de incendio que afectan a las zonas y que han generado un daño cuantioso a la producción y a los ecosistemas de la región.