Fiscal que investiga al presidente del PLRA aseguró que el acusado busca demeritar la investigación del Ministerio Público.

“Se presentó la factura clo­nada y está fir­mada por Efraín Alegre. Al enterarse ellos de la denun­cia penal, intentaron retirar la factura de la rendición de cuentas. No hay una nueva imputación, solo buscan con­fundir”, explicó el fiscal Euge­nio Ocampos, en comunica­ción con La Nación. El agente del Ministerio Público se rati­ficó así en que la factura de compra de combustible por solo 100.000 guaraníes, que fue presentada ante el TSJE por valor de G. 80 millones, es falsificada.

Sostuvo que Alegre y su defensa tergiversan la situa­ción y buscan desmeritar la investigación del Ministerio Público. Destacó que se rati­fica plenamente en la impu­tación contra el presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), quien per­dió dos veces de manera con­secutiva contra los colorados en las últimas elecciones.

El agente del Ministerio Público indicó que la presen­tación de la rendición de cuen­tas está firmada por Alegre y ratificada por el informe del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE). A su crite­rio, no hay mucho para ana­lizar, ya que los documentos son claros y contundentes.

“Ellos (dirigentes del PLRA) hacen otra nota firmada por Efraín Alegre, solicitando la exclusión de la factura clo­nada, posterior a la denuncia penal. No hay persecución, no hay cambio de imputación, es el mismo hecho, la misma figura. Buscan confundir, las­timosamente”, agregó Ocam­pos.

El presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre, señaló que es un perseguido polí­tico y ratificó que no pedirá medidas alternativas a la pri­sión. Cuestionó al Ministerio Público por el proceso en su contra, a pesar de las acusa­ciones y los documentos que aparecen en la rendición de cuentas del Partido Liberal en la compra de combusti­ble ante el TSJE. Unos pocos salieron a su favor, como Rafael Filizzola, su ex com­pañero de fórmula presiden­cial, quien tímidamente salió a cuestionar a la Fiscalía.

Efraín Alegre, Pascual Bení­tez y Luis Moriz fueron impu­tados por la Fiscalía por pro­ducción de documentos no auténticos, producción mediata de documentos públicos de contenido falso y uso de documentos públicos de contenido falso.

Cabe recordar que la audien­cia de imposición de medidas para Efraín Alegre, que debió concretarse el martes 16, quedó en cuarto intermedio por cambios en la imputación. La comparecencia judicial se reanudará mañana viernes a la mañana. La jueza penal de Garantías, Cynthia Lovera, ordenó un cuarto intermedio hasta esa fecha para imponer las medidas cautelares a Ale­gre, por el caso de la falsifica­ción de las facturas presenta­das como rendición ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).

Esto se dio por algunas incon­gruencias en las fechas alega­das por la Fiscalía respecto a las facturas presentadas, que deberán ser corregidas. En la imputación se presentó que Alegre hizo una rendición de cuentas de las elecciones del 2018 el 1 de julio de ese año, pero luego se cambió la fecha al 1 de abril del 2019. La Fis­calía se ratificó en los hechos imputados, pero la defensa de Alegre se aferró este error menor y alegó que en reali­dad debe hacerse una nueva imputación.

MORIZ LO “HUNDE”

El lunes 15 de junio, el diri­gente liberal de Alto Paraná, Luis Digno Moriz, prestó declaración indagatoria en sede del Ministerio Público y hundió más a Alegre, al testi­ficar que vino hasta Asunción solo para buscar recursos para solventar las elecciones de su zona. Agregó que los res­ponsables de su partido, entre ellos Alegre, le hicieron fir­mar bonos por G. 1.000 millo­nes, pero solo se retiraron G. 500 millones.

“Se presentó la rendición de cuentas en el TSJE y nadie dijo que faltaba ningún documento”, acotó. Ade­más, contó que “Premio Arce me enviaba mensajes y me pedía constantemente que le consiga facturas del mes de noviembre del 2018 por tanto monto, para poder justificar gastos de la cam­paña del PLRA, enviándome incluso el número de RUC del Partido Liberal”. Ase­guró que “nunca le pude conseguir las facturas que me pidió”.