“Me pueden putear, pero no pueden refutar los números”, dijo el Jefe de Estado y aseguró que lo único que lee es la Biblia.

El presidente Mario Abdo Benítez está molesto y ya no lee las críticas que recibe su gobierno por los casos de corrupción denunciados y que salpican a su entorno inmediato. Ante los cuestionamientos diarios tanto en los medios de prensa como en las redes sociales, el mandatario admite que solamente mira la Biblia y durante un acto oficial ayer defendió los números que –según él– hablan de su gestión.

La designación de Federico González al frente de la Entidad Binacional Itaipú puso en aprietos al presidente de la República por su antecedente en el acta fallida, donde se pretendía comercializar energía para favorecer a una empresa brasileña. Las movidas en su gabinete recrudecieron la crisis política que viene arrastrando este Gobierno desde el año 2019.

Durante el discurso que pronunció tras la inauguración de una unidad de salud familiar en Moras Cué ayer, en Luque, el mandatario señaló que hay un grupo de personas o sectores a los que no les gusta escuchar sobre el trabajo que hace este Gobierno.

Dijo que la gente le puede seguir criticando, pero que –según él– retrucará con resultados de gestión.

“Me pueden putear, pero no me pueden refutar en los números”, se jactó el jefe de Estado, y para rematar señaló: “No se preocupen por lo que escuchan, hace rato que ya no leo nada por salud mental. Me levanto tranquilo, leo la Biblia a la mañana y salgo a trabajar por nuestro pueblo y con mucha esperanza”, sostuvo.

DESGASTE PRESIDENCIAL. La Administración de Mario Abdo arrastra una serie de casos de denuncias de corrupción y escándalos políticos. El caso más fuerte estalló en el 2019, con el intento fallido del acta secreta de Itaipú que casi terminó en el juicio político del mandatario, quien fue salvado por el cartismo. Tuvieron que renunciar varios colaboradores cercanos a Marito.

La polémica por la figura de Federico reflota tras su designación como titular de Itaipú. Tras esta decisión, Pedro Ferreira, ex presidente de la ANDE, recordó que fue Federico González quien le llevó el documento donde pretendía que avale con su firma el acuerdo secreto.

Con la declaración de la pandemia, ocurrieron también una serie de sucesos y escándalos que fueron involucrando al entorno inmediato. El primero que cayó fue Édgar Melgarejo con las mascarillas de oro en la Dinac. Luego Patricia Samudio, con las compras de agua tónica para Petropar. Ambos investigados por la Justicia.

A esto se sumaron las denuncias con las compras fallidas para equipar los hospitales para hacer frente a la pandemia. Tuvo que abrir una investigación especial, pero no avanzaron con las investigaciones a nivel de la Fiscalía.

A fin de año estallaron las denuncias de un acuerdo extrajudicial en Petropar que terminó tumbando a Sergio Coscia de la Procuraduría General de la República. Y finalmente el caso de la deuda de Paraguay a PDVSA que salpica al jefe de Gabinete, Juan Ernesto Villamayor, quien tendría voto de censura la próxima semana.

Hace rato que ya no leo nada por salud mental. Me levanto tranquilo, leo la Biblia a la mañana y salgo a trabajar. Mario Abdo Benítez, presidente de la República.